Hoy se cumple el V aniversario de la muerte de una de nuestras trece barras, Pedro Buenaventura, es por ello que rescatamos nuestra humilde forma de honrar su memoria en uno de nuestros antiguos fanzines.
30 de mayo de 2017. Una pésima noticia para el beticismo llena los periódicos. Tan sólo diez días después de que el glorioso culminara la liga con un empate en Gijón. Tan solo un día después de que nuestra cantera consiguiese el ascenso, se da a conocer la muerte de otro gran fanático. Otro de los que dieron la vida por las trece barras.
Pedro Buenaventura Gil estuvo cuarenta años dentro de nuestro club. Ha pasado por los equipos juveniles y el filial, delegado de campo y de viajes, representante en la federación andaluza, en la escuela de entrenadores, director técnico durante diez años y hasta ha dirigido a los nuestros desde el banquillo en cuatro ocasiones que, por circunstancias, fueron bastante jodidas. Pedro aceptó el cargo cuando los nuestros estaban en la cuerda floja, algunas veces con éxito y otras sin él, pero siempre de frente y asumiendo que si todo iba a la mierda él se hacía responsable. Siempre al servicio de nuestro equipo, y con un legado que sigue uno de sus hijos, director de la cantera. El otro se llevó bastante tiempo a las órdenes de Pep Guardiola como preparador físico.
Ser bético es una forma de ser, de vivir y de comportarse y nuestro sangre verdiblanca de hoy es ejemplo a seguir de ello. Pedro Buenaventura es un maestro de beticismo, es mágia, simpátia y saber estar. Sólo hay que recorrer Youtube quince minutos para apagar diciendo: “este tío es muy grande”. Porque hay que ser muy grande para hacer y decir todo lo que usted ha dicho y hecho. Porque sabemos que lo suyo sale del corazón, de esa sabía antigua que ya no queda. Esa pureza de reunir a los suyos en coro y cantar una sevillana por la permanencia del glorioso en primera: “A la segunda querían mandar al Betis, a la segunda, gente de mala leche, gente muy chunga…” Porque si a mi me preguntasen ¿El papa es del Betis? Diría que no, pero hay que tenerlos bien puestos para decir en la televisión “que si, porque vive en el beticano”. Porque en esta ciudad, como usted bien dijo, hay que elegir equipo y usted “como era más inteligente se hizo del Betis”. Es inevitable reír al escucharle porque es la voz del bético, de cualquiera de vosotros que leéis, o del que fundó la peña bética de brujas. Porque quién iba a creer que el Betis jugaría uefa en el 77, y a Pedro le llamaron loco por decirlo en su día. El respondió: “ loco no, que tengo libreta y lápiz y el Betis puede jugar uefa” serio y contundente, no se lo creía ni él pero ese Betis eliminó al Milán en recopa europea a partido doble.
Es la imagen de otra época, a años luz de este fútbol moderno que hoy sufrimos. Un “VIVA EL BETIS” que interrumpe una entrevista a zafra, una plantilla rezando a la virgen del rocío por la permanencia, una sevillana improvisada para celebrar y beticismo puro, sin tonterías ni extras. Un entrenador que no puede aparecer en la vuelta de copa contra el Barakaldo y buenaventura asume el cargo dando instrucciones claras: “ no os voy a decir cómo tenéis que jugar pa’ ganar al Barakaldo vamos… pero os pediría por favor que ganarais que es la única vez que me voy a sentar en el banquillo del Betis”. No era la única, pero si la primera y con victoria en la fase 1 de eliminatoria de la copa del 77, si si, la que ganamos.
No obstante, no todo ha sido gloria para él. También está en su historia el angustioso descenso en el 89.Él mismo había salvado al glorioso un año antes, con esa fiesta en las palmas, pero este año no podía ser. Pedro se moría en el banquillo, tan hundido como nuestro club que descendía, pero un grito de Betis, al pitido final, con un equipo ya en segunda, venido de un aplastante 4-0 en la penúltima jornada, le levantó. El espíritu del manquepierda, la locura verdiblanca.
No creo que nadie culpe a don Pedro Buenaventura Gil. Usted estuvo al servicio de nuestro club toda su vida. Era el recambio perfecto cuando fallaba otro con más fama y sueldo, porque Pedro era de los nuestros y sacaba los dientes por el Betis. Usted, a pesar de todo lo que nos ha dado, nunca tuvo aires de grandeza. “Los béticos son todos iguales, no hay hegemonía dentro del beticismo. Bético se es o no se es pero nadie es más bético que nadie”. Así lo decía, como también decía que el Betis era una forma de vivir y que si no existiese nuestro equipo de fútbol, los béticos existirían, porque ser bético era una manera de actuar y porque “todas las madres de todos los béticos son buenas mujeres”
Para Pedro el glorioso sobrepasaba los límites, él iba más allá. Tenía al Betis como filosofía de vida, un auténtico loco de la cabeza. Pero nosotros señor Buenaventura discrepamos, todos los béticos amamos nuestro club, pero hay personas que como usted, dedican su vida al completo a las trece barras. Y eso no es por ser más o menos bético, aquí estamos hablando de ser el Betis. Parte indispensable de la historia verdiblanca, ejemplo digno y admirado de nuestra locura. Personas como usted son las que hacen grande a este club, y es conocido y querido por muchos. Respetado y admirado. Aunque también envidiado por otros, aquellos que no comprenden que más allá de una copa está el orgullo y la tradición. El buen ambiente y el arte. Ojalá volviese Pedro Buenaventura a contarles a esos ignorantes de que va el fútbol de verdad. Gente corriente como usted nos ha dado el salero que nos caracteriza. Esa manera de sentir unos colores y lo más importante, de transmitirlo. Sin tapujos ni formalidades, con naturalidad, como es, desde dentro y desde fuera. Usted estuvo hay siempre que el Betis le necesito y el Betis le seguirá donde quiera que vaya.
Donde quiera que esté, Don Pedro Buenaventura Gil, Gol Sur 1907
2 de junio de 1914 en el corral de vecinos Rosario, de la trianera calle Pagés del Corro 65, vino al mundo Alfonso Jaramillo González, refleja ya una de las bases del beticismo que guió toda su vida, y un sentido de la fidelidad ajeno a los puntuales resultados deportivos. Un beticismo a prueba de derrotas y sinsabores, de adversidades y desengaños.
Comenzó a colaborar con el club en labores secundarias, trabajando junto a Manuel Simó, por entonces encargado de la faceta burocrática y administrativa, en la secretaría del club. Asistió por entonces a los grandes triunfos béticos en la primera mitad de los años 30, así como al declive posterior a la guerra civil y los duros años 40.
Es precisamente en 1949 cuando entra a formar parte de la directiva bética encabezada por Pascual Aparicio, en los tiempos más sufridos y amargos en la trayectoria por la Tercera División.
Con la salida de Pascual Aparicio en 1951 Alfonso Jaramillo pasa a un segundo plano. Será a finales de la década de los años 50 cuando retoma su labor en pro del Betis.
Como concejal en el Ayuntamiento de Sevilla, es partícipe en la compra del estadio de Heliópolis en 1961. Aunque el principal conseguidor de que el Ayuntamiento vendiese a nuestro club el estadio fuese su compañero en la Corporación municipal José Romero López, hijo del exPresidente Camilo Romero, Jaramillo también fue uno de los culpables de que el club disponga actualmente de ése patrimonio tan importante.
Es incansable su labor en esos años, concretada en la fundación de la Peña Bética de Triana en 1959, la Federación de Peñas Béticas en 1961 o la presidencia de la Federación Andaluza de Boxeo en 1962. Desde ese mismo año de 1962 Alfonso Jaramillo se reintegra a la directiva del Betis, como vocal en las directivas presididas por Benito Vilamarín hasta 1966.
A destacar también que en 1962 se pone en marcha el Triana Balompié, equipo filial del Real Betis Balompié, y que Alfonso Jaramillo será su primer presidente.
Ya en los años 80 Jaramillo es todo un referente dentro dela mítica en verde y blanco. Formará parte de la Junta Consultiva y de la Junta Económica el club, organismos dedicados al asesoramiento de las directivas e integrados por destacados béticos. En 1985 también presidió la Comisión que celebró el 50 aniversario del título de Liga del año 1935, y en los 90 formó parte destacada de la constituida Agrupación de Béticos Veteranos.
En 2007, año del centenario de nuestro club, en el partido que nos enfrentaba al Racing de Santander, en la grada de Gol Sur se hizo homenaje con un tifo a Don Alfonso Jaramillo donde rezaba una frase que pondría “ORGULLO BETICO” frase que representa los valores del beticismo, del betis humilde de los campos de barro, del manquepierda verdadero, Por ello, desde GOL SUR 1907 y desde estas humildes líneas nuestro recuerdo para él, allá donde esté.
Hace 60 años, un 12 de agosto de 1961, el Real Betis Balompié iba a culminar un sueño largamente anhelado desde que el 16 de julio de 1936, el Ayuntamiento de Sevilla le arrendara el Estadio de la Exposición, aunque ya sabemos que por las circunstancias trágicas de la Guerra Civil, no pudo hacerse uso de él hasta la temporada 1939-1940. Desde entonces, el Estadio fue escenario de venturosos y amargos acontecimientos, pues durante ese tiempo sufrió los peores años de su historia (1947-1954), viendo algo de luz con el ascenso a Segunda División en 1954 y por fin en 1958 su vuelta a la Primera División en la que siempre debió estar.
El artífice de la subida a esta categoría fue Don Benito Villamarín Prieto, gallego de nacimiento pero bético de corazón y sentimiento, probablemente, el presidente más querido y respetado de todos los que han regido nuestro Club y que nos dejó a edad temprana de 49 años, con una sensación de orfandad públicamente reconocida por todos los que le conocieron y trataron por su valía personal y profesional.
Desde su llegada a la Presidencia en la temporada 1955-1956, Villamarín siempre albergó la idea de comprar el Estadio de Heliópolis, y tal como había ocurrido con el Contrato de Arrendamiento (los protagonistas fueron D. Antonio Moreno Sevillano y D. Manuel Alonso Cueli), en esta ocasión, Villamarín afortunadamente iba a contar con un gran bético para llevar a cabo gestiones ante el Ayuntamiento. Esa persona fue D. Alfonso Jaramillo González, concejal de la Corporación Municipal, a quien los béticos le debemos un eterno agradecimiento por habernos facilitado tanta información al ser testigo directo de la práctica totalidad de la vida centenaria del Club
Él mismo nos ha contado infinidad de veces cuál fue su perspicaz actuación: proponer en un Pleno Municipal que el presidente del Real Betis Balompié tenía la intención de comprar el Estadio de Heliópolis, interviniendo en dicha Sesión para que optara a la compra únicamente el Club que en ese momento careciera de Estadio propio y que estuviera en Primera División.
El 27 de agosto de 1960, el alcalde D. Mariano Pérez de Ayala elevó al Pleno del Ayuntamiento la propuesta de enajenar el edificio denominado Estadio Municipal, con una superficie de 34.950 m2, así como señalar su precio de licitación en 14.036.550 pesetas (84.361 euros de hoy). Por su parte, el 3 de septiembre de 1960, la Junta General de Socios del Real Betis Balompié acordó facultar a D. Benito Villamarín para efectuar en nombre del Club la compra del Estadio Municipal al Ayuntamiento
de Sevilla. El 19 de septiembre de ese mismo año, se celebró una sesión extraordinaria en la que con un solo voto en contra, se aprobaba la enajenación del Estadio.
En el Pliego de Condiciones Económico-Administrativas, se establece que la forma de enajenación será mediante subasta, publicándose en el Boletín Oficial de la Provincia ( 29/10/1960) y en el Boletín Oficial del Estado ( 2/11/1960), así como en la prensa local y celebrándose la subasta el 26 de noviembre de 1960, sin que se presentara ninguna licitación, excepto la suscrita por Don Benito Villamarín, en nombre del Real Betis Balompié, acordándose la adjudicación definitiva del Estadio en el Pleno del Ayuntamiento de 2 de diciembre de 1960. El 11 de agosto de 1961, D. Benito Villamarín, entregó en la Depositaría del Ayuntamiento las 14.036.550 pesetas de la adjudicación.
Un día después, el 12 de agosto, se firma la escritura de compra ante el Notario D. Antonio Miguel Cubero de la Rosa, compareciendo por parte del Ayuntamiento de Sevilla, su alcalde D. Mariano Pérez de Ayala y en nombre de la Sociedad Deportiva Real Betis Balompié D. Benito Villamarín Prieto. Es importante señalar que en la primera de las estipulaciones de la escritura, figura que el Estadio se llamaría ESTADIO BENITO VILLAMARÍN. La firma de la escritura se llevó a cabo en el propio Estadio, en presencia del cardenal D.José Mª Bueno Monreal, celebrándose a continuación un partido entre el Real Betis Balompié y la Fiorentina, haciendo el saque de honor el Conde de Halcón, exalcalde de la ciudad. El Betis ganó por 3-2.
En el acto de ese día Villamarín, leyó un memorable discurso algunos de cuyos párrafos transcribo y que merecen ser recordados: “Hoy es un día glorioso y grande en esta larga y hermosa historia del Real Betis Balompié. Y como ocurre siempre ante las grandes cosas, apenas necesitan palabras para proclamarla. Un notario del Ilustre Colegio de Sevilla- Don Antonio Cubero – ha dado fe pública, en presencia de todos vosotros, de la realización de un sueño bético, de un viejo ideal acariciado por la Sociedad, y que tuvimos el placer de hacer nuestro, cuando hace seis años nos confiasteis – como carga y honor – la presidencia del Club. Hoy el sueño es realidad, hoy Heliópolis es ya Estadio del Betis y podéis permitiros el capricho, no querido ni pedido por mí, sino otorgado por vosotros con una generosidad que nunca agradeceré bastante, de cambiarle de nombre y de darle el de vuestro Presidente, porque en definitiva, el Presidente es la verdadera personificación de un Club tan popular y tan famoso como el nuestro”.
“Pero como todos los días grandes, también tenemos que proclamar que el camino no está del todo recorrido. Ya tenemos el campo, ahora hay que acabarlo, cerrándolo y haciendo de él el Estadio que el Betis, nuestro Real Betis Balompié merece. Y esto se hará. Lo prometo en nombre de todos vosotros. Doy la palabra. Palabra de bético, que vosotros, en mí sabéis lo que es. VIVA EL BETIS”.
Creo que ante la lectura de estas últimas palabras, sobran los comentarios, desde Gol Sur 1907 decir que D. Benito Villamarín cumplió su promesa y que para nosotros, los béticos, sigue siendo hoy un ejemplo a seguir.
Don Luis Del Sol Cascajares, mas conocido como Del Sol que da nombre a nuestra ciudad deportiva,
Apodado “cepillito” en España o “siete pulmones” en Italia, tuvo una gran carrera nacional como internacional siendo uno de los mejores jugadores de la historia de nuestro club y uno de los grandes en un club tan laureado como la Juventus.
Nacido en Arcos de Jalón (Soria) ,pero criado en Sevilla, en el barrio de San Jerónimo, donde se afincó su familia cuando Del Sol tenía menos de un mes de vida. Fue bautizado tiempo más tarde en la Basílica de la Hermandad de la Macarena.
A los quince años firmó con los juveniles del Real Betis Balompié, donde vivió y se empapó del Betis de los campos de barro de Tercera.
Con el primer equipo debuta en un amistoso jugado el 28 de marzo de 1954 contra el Portuense en el campo de Eduardo Dato, de la localidad gaditana.
Tras un breve paso por el Utrera accedió al primer equipo del Betis en la temporada de ascenso a segunda división en 1954.
Su debut en partido oficial se produce el 17 de octubre de 1954 en El Vivero, en partido de la sexta jornada del campeonato de Liga de segunda División.
A la jornada siguiente, el Betis se impone 3-4 al Atlético Tetuán, siendo Luis Del Sol autor de 2 tantos. A partir de aquí será ya titular indiscutible con el Betis.
Tras varias temporadas destacando en segunda, en 1958 llega el tan ansiado ascenso a Primera División matemáticamente tras ganar al Levante 1-0 en Heliópolis.
Permaneció 2 temporadas más hasta que traspasado al Real Madrid. En la primera temporada en primera fue el capitán bético en el primer partido oficial que se jugó en el campo del eterno rival, el Ramón Sánchez Pizjuán, donde fue el autor del primer gol del 2-4 endosado al Sevilla que aún recuerdan los béticos más añejos.
Fuera del Real Betis es campeón de liga y copa en España, campeón de Europa, campeón intercontinental y campeón de liga y copa italiana.
Regresa al Betis en 1972 donde juega sus últimos partidos como profesional, retirándose en 1973 a los 38 años. Tras su retirada ha ejercido como entrenador en el Real Betis Balompié 2 tranquilas temporadas en primera división y las últimas 13 jornadas en segunda en el año 2001, con el que consiguió el ascenso en Jaén. También ha sido secretario técnico del club.
Ha sido internacional con la Selección Española en 16 ocasiones, alternando con el equipo B en algunas ocasiones. Fue uno de los integrantes de los llamados Héroes de 1964, campeones de la Eurocopa celebrada en España,
Crítico con la filosofía del manquepierda, la que respetaba, pero no compartía. “Los béticos, sinceramente, algunas veces me enfadan. Están acostumbrados con pocas cosas y hay que ser un poquito más exigente”, fueron algunas de las ultimas palabras que se le escuchó en la televisión del club. Sin duda alguna, espejo donde mirarse para todos los béticos, desde el canterano que sueña con debutar con el glorioso hasta del abonado que va al estadio cada domingo.
Y es que hablar de Luis del Sol es hablar de Betis, hablar de uno de los jugadores más importantes en la historia de nuestro Club.
Desde GOL SUR 1907 queremos transmitirle desde estas líneas toda nuestra fuerza, porque aunque estos últimos años no han sido los mejores en temas de salud para la leyenda verdiblanca, siempre ha sabido sobreponerse.
Tal día como hoy hace 24 años, 19 de Enero de 1997, Don Luis Bellver Barrios se marchó al Cuarto Anillo. Defensor a ultranza del Real Betis Balompié y persona clave en la conversión a S.A.D de nuestro club. Luchó desde 1991 hasta 1997 por un Betis a la altura de su afición y por los derechos de todos los béticos como vicepresidente de la entidad. Durante sus años en el club, Luis Bellver se ganó el reconocimiento y aprecio por parte del beticismo.
En el año 1994 es inaugurada la Peña Cultural Luis Bellver en el municipio de Gilena (Sevilla), la cual fue registrada como Peña N° 129 en la Federación de Peñas del Real Betis Balompié. D. Luis Bellver, nacido de padre vasco y madre gaditana, natural de Sanlúcar de Barrameda, y a quien no le llegó la afición al balompié y su pasión por el Real Betis a través de sus genes. En el seno familiar no existía especial interés por este deporte y mucho menos por ningún club, pero nacido y criado en Nervión, creció en él un espíritu de rechazo deportivo al colectivo mayoritario de los sevillistas que predominaban en su barrio.
Su deseo por empezar a latir en verdiblanco era tal, que cuando aprobó reválida de cuarto, no dudó en pedirle a su padre como regalo el carné de socio del Betis, y así comenzar su andadura en el club de las 13 barras, convirtiéndose después en una de ellas y un estandarte del antisevillismo, por ello no nos queda más remedio que incluirlo entre aquellos mitos en verdiblanco que consideramos tienen “Sangre verdiblanca”, pues representa claramente los valores que debe tener todo bético. Valores que nos han inculcado desde pequeños, cada vez más olvidados, pero aún presentes. Por ello, desde aquí y con estas humildes líneas nuestro recuerdo en el día de hoy va para él, allá donde esté.
En Gol Sur no te olvidamos, Don Luis, sigues con nosotros. ¡¡¡LUIS BELLVER PRESENTE!!!
En esta publicación de Sangre Verdiblanca queremos recordar a un icono de nuestra grada, un personaje único y un ejemplo de bético donde los haya. Algunos ya lo tendréis en mente. Hablamos de Alberto Tenorio, para el que no lo sepa: “el hombre que vivía en Gol Sur”. Uno de nuestros principales cometidos como Grada de Animación del Real Betis Balompié es animar, obviamente, y para eso estamos; Gol Sur 1907 nace con la idea de dar un cambio al mundo de las gradas en Heliópolis, dar un gran paso adelante, aunando fuerzas, con mucha ilusión, y mucho Beticismo.
Por tanto, otro de nuestros objetivos es honrar a nuestros mitos, recordar a personas que lo han dado todo por el Betis, rememorar nuestra historia, respetarla, hacer BETIS y Beticismo. Y dentro de ello entraba dar un pequeño homenaje a este hombre, santo y seña de la grada de Gol Sur durante muchísimos años. Para ello, hace dos temporadas le hicimos un tifo del que más adelante os dejaremos fotos y le entregamos una placa en el palco, en la previa del encuentro Real BETIS-Alavés. Hoy os contamos de nuevo su historia.
Tenorio hijo es probablemente una de las personas más envidiadas por muchos de nosotros y es que es, nada más y nada menos, la persona que vivía en nuestra antigua grada. Dentro del corazón del estadio. Una casa normal y corriente situada en las entrañas del templo verdiblanco.
El hombre, que ahora cuenta con unos ochenta y nueve años, nació en el Estadio del Patronato, respiró la locura verdiblanca desde sus primeros momentos. Hijo de Antonio Tenorio, futbolista del Glorioso en los años 20 y 30 y otro bético digno de admirar. Con los Tenorio habitando dicho campo se forjó el Betis que ganó la Liga del 35, cuando nuestro gran fanático solo tenía cuatro años.
En 1936, el Betis arrendó nuestro estadio actual, por entonces municipal, y Alberto se trasladaba a vivir allí donde tuviese sede el Glorioso, abandonando el antiguo campo de las tablas verdes. En 1932 su padre deja el fútbol en activo y pasa a ser el encargado del mantenimiento del terreno de juego, así como de otras tareas dentro del club. Tenorio hijo crece en el corazón de un club mamando el Betis como probablemente no lo hemos hecho nadie nunca. Su vida fue el Betis cuando era utillero tras sustituir al mítico Adolfito; su vida es el Betis hoy, cuando pasea cada mañana por los aledaños de nuestro templo sin ofender a nadie, aunque insultando a todos; su vida será el Betis siempre, porque si no ha habido nadie capaz de separarlo del césped en el que nos defienden los once en sus casi noventa años, no lo habrá nunca.
Tenorio no siente el Betis. Tenorio es un trozo de Betis que paseaba cada mañana por un estadio que puede presumir de bético mucho menos que él. Porque cuando el Villamarín era municipal, Tenorio ya gateaba por el césped verdiblanco, entonces en El Porvenir. Es historia viva de un club hundido en muchas ocasiones, pero también del glorioso que resurgía de la nada para alzarse en el 35, en el 77, o en 2005 (esto ya lo vimos muchos). Es testigo de los amaneceres verdiblancos durante todos sus años de vida, que no son pocos. Descendiente de otro corazón casto y más bético que el escudo, al que en junio de 1980 invitaron amablemente a salir del templo, porque las reformas para el mundial del 82 así lo obligaban. Entonces el padre de Alberto respondió alto y claro: “de aquí solo me sacáis para el cementerio”. Y así lo hicieron el 21 de abril de 1982.
La vida de Tenorio es una enciclopedia verdiblanca. El que tiraba del rulo de campo con tres más, cuando este pesaba 875 kilos; el que vendía plátanos por bananas a los italianos que ocuparon nuestro césped durante la Guerra Civil; al que mantearon los del 35 cuando solo era, como él dice, “un caracolillo chico”. El hombre que ha vivido 12 de los 21 escudos que ha tenido nuestro Betis, y desde dentro, qué más quisiéramos muchos. El que respira Betis y expira Balompié porque Real es su amor por este club.
Además de todo esto, hemos tenido el placer de entrevistar al sobrino de Alberto Tenorio, aquí os dejamos la entrevista, ¡no la podéis pasar por alto!
–Remontándonos un poco a los orígenes de la familia Tenorio en Gol Sur, ¿Cuáles son los primeros recuerdos que tienes allí? ¿De dónde viene el beticismo que tanto caracteriza a vuestra familia?
+Pues verás, mi abuelo fue jugador del Betis, no sé decirte las fechas pero hace mucho. Cuando estaba jugando, en el Campo del Patronato, hizo unos arreglos a las tablas de las gradas que hacían que este se conociera como “el campo de las tablas”. Él era carpintero y le ofrecieron la posibilidad de quedarse trabajando en el club, desde entonces el vínculo ha sido muy estrecho. No es muy difícil deducir el beticismo que respira mi familia.
–¿Cómo era para una familia humilde poder vivir en los bajos del Estadio del Real Betis Balompié?
+Vivir en las entrañas del Villamarín ha sido y será siempre un auténtico privilegio. Te puedo decir que jamás cambiaría ese mágico lugar por ninguna otra zona de Sevilla. Hemos tenido casas en Fondo, Gol Norte, Preferencia en ambas esquinas y, cómo no, la famosa ruló en Gol Sur. Mi abuelo nunca quiso salir del campo, decía que sólo saldría con los pies por delante y así fue. En la última casa fue donde murieron mi abuelo y mi padre y también donde se jubiló mi tío Alberto. Imagina lo que ha sido para nosotros vivir bajo el estadio.
–¿Cuál ha sido el día más feliz que recuerdes en el Benito Villamarín? ¿Y tu peor momento como bético allí?
+De los buenos sería muy difícil decirte un día ya que son infinitas las experiencias vividas en tantos años y además muy intensas por los sentimientos que conllevan. De los peores que podría hablarte sería el descenso del Valladolid…
-Durante los más de 40 años que la familia Tenorio ha habitado Gol Sur, ¿con qué personas del club han tenido ustedes mejor relación? ¿Hay algún personaje único para ustedes?
+Personas que han marcado y mucho son béticos como Pascual Aparicio; Adolfito, utillero del Betis antes que mi tío Alberto; Vicente Montiel… No obstante, hay que decir que todas las personas relacionadas con el Betis, tanto trabajadores como directivos, han tenido un trato exquisito con nosotros.
-¿Cómo ves el nuevo Gol Sur y la nueva grada de animación que se ha creado?
+Hay veces que lo miro y me entristece. Se que es ley de vida pero el nuevo Gol Sur se llevó a el viejo, que para mi y mi hermana era casi la vida. A pesar de ello tenemos el campo más bonito de España en el que hay muchísimas vivencias: bodas, bautizos, comuniones, personajes míticos enterrados en ese Gol Sur… La grada de animación está en el sitio de siempre, donde el bético ha expresado siempre el sentir de su equipo, a mí me gusta.
-¿Quiere añadir algo más para acabar?
+ El Betis para mí es algo mío. Yo lo he disfrutado y sufrido como todos, pero de una manera muy diferente al aficionado. Jamás pondré en duda el beticismo de nadie pero sí diré que yo lo he vivido día tras día, noche tras noche, hora tras hora… Eso es como ver crecer a tu hijo. Ves lo bueno y lo malo pero te callas y siempre estás orgulloso de él. Son muchos años y no los cambiaría por nada en la vida. Si un equipo en España tiene historia de personajes míticos, de familias históricas, ese es el Betis. Por eso es así el Bético: vive y muere por el Betis. Incondicionalmente, sin mirar otras cosas… El bético nace, y eso no se puede abandonar nunca.
Desde aquí nos gustaría volver a dar las gracias a José por su colaboración y esperamos que todo el trabajo realizado, tanto en el fanzine como en el tifo tengan los resultados esperados. Porque señor Tenorio, usted dio el verdiblanco a los nuestros en el 77 cambiando las equipaciones astutamente mientras nadie miraba. Usted rechaza pisos en la playa o apartamentos con vistas al estadio y se marcha a la Ciudad Deportiva, porque allí se respira Betis y se viven los colores. Usted no es un utillero más, es el más fiable testigo de que el Real Betis existe. Usted, Señor Alberto Tenorio Aldón, es el Betis. La viva imagen de nuestro club y reflejo de lo que ha sido y es nuestro Glorioso. Por ello, hemos empleado nuestro tiempo, sudor y recursos, para que todo aquel que no tuviese la suerte de conocer la gran historia de su familia lo haga. A través de este artículo y a través de una grada que estará a sus pies, porque es más suya que de ninguno de nosotros.
La historia se respeta, y ella la forman los grandes fanáticos, los que de verdad tienen Sangre Verdiblanca.