Muy Buenas a todos, Hoy tenemos el placer de traeros algo muy llamativo respecto a la historia de nuestra grada “El Viejo Palomar” mítico casillero que sumaba goles para brindar miles de alegría, al igual que observar palmeos, cánticos, y avalanchas de una grada mágica.

 

 

 

Viejo palomar, orgullo del Gol Sur. Cuantas miradas te habrán contemplado a lo largo de 40 años, cuántos goles habrán pasado por tu marcador, cuántos días de alegrías y de tristezas. A tu casillero subieron los goles de Eduardo Anzarda, del Lobo Diarte y de Atila Ladinsky. Bajo tu sombra generaciones de béticos cantaron y rieron, sufrieron y lloraron.

En noviembre de 2008 el marcador que presidía el Gol Sur del Villamarín fue desmontado por motivos de seguridad debido a su mal estado, el ultimo que vio el viejo marcador en el palomar de Gol Sur en el partido que enfrentaba al Mallorca con un 3-0 para el glorioso.

 

El palomar, como era conocido popularmente por los aficionados, no era más que una casetilla en altura que hacía las veces de marcador. Todo un símbolo de otra época que, aún habiendo perdido su valor funcional desde que por el Villamarín hicieron aparición los marcadores electrónicos para el Mundial de 1982, mantenía un alto poder simbólico para los aficionados.

Bajo el palomar se agrupaba el corazón del Gol Sur, cuando no existían gradas de animación ni grupos ultras. Generaciones de béticos cantaron y rieron, sufrieron y lloraron, bajo esta casetilla simple pero con tanto que contar…

La modernidad del marcador electrónico te condenó a morir y sólo el inacabado platillo volante te permite subsistir abandonado y triste, como esos ancianos que esperan el día final rememorando sus recuerdos.

 

Ese día de los 9 goles a la Cultural Leonesa, con los chavales del Betis Deportivo haciendo maravillas en la atardecida del mes de Junio del 85…

Esa tarde de un domingo de feria de abril del 80, cuando 4 eran pocos y todos queríamos más…

Pasaste a formar parte de los recuerdos de nuestra vida, como el 19 que nos llevaba desde la Plaza Nueva al Bar Parada, los palquitos antiguos de Heliópolis o el gol que Hugo Cabezas le marcó a Iríbar aquel domingo frío de enero del 78.

VIEJO PALOMAR, ORGULLO DEL GOL SUR